17 Y si llamáis Padre a quien, sin acepción de personas, juzga a cada
cual según sus obras, conducíos con temor durante el tiempo de
vuestro
destierro,
18 sabiendo que = habéis sido rescatados = de la conducta necia
heredada de vuestros padres, no con algo caduco, oro o = plata, =
19 sino con una sangre preciosa, como de cordero sin tacha y sin
mancilla, Cristo,
20 predestinado antes de la creación del mundo y manifestado en los
últimos tiempos a causa de vosotros;
21 los que por medio de él creéis en Dios, que le ha resucitado de
entre los muertos y le ha dado la gloria, de modo que vuestra fe y vuestra
esperanza estén en Dios.
22 Habéis purificado vuestras almas, obedeciendo a la verdad, para
amaros los unos a los otros sinceramente como hermanos. Amaos
intensamente unos a otros con corazón puro,
23 pues habéis sido reengendrados de un germen no corruptible, sino
incorruptible, por medio de la Palabra de Dios viva y permanente.
24 Pues = toda carne es como hierba y todo su esplendor como flor de
hierba; se seca la hierba y cae la flor; =
25 = pero la Palabra del Señor permanece eternamente. = Y esta es la
Palabra: la Buena Nueva anunciada a vosotros.